Alimentos para el cerebro.
Alimenta las neuronas con alimentos que ayudan a revitalizar la memoria, concentración y el aprendizaje.
A partir de los 30 años perdemos unas 1.000 neuronas al día y por eso el cerebro envejece lentamente y con él la memoria. Ésta no tiene nada que ver con el tamaño del cerebro. Albert Einstein tenía un cerebro de poco más de 1.350 gramos, menos de la media pero lo utilizaba mejor.
El cerebro es como un músculo, cuanto más se ejercita y mejor se alimenta mayor será su capacidad y la de la memoria. La mejor forma de prevenir el deterioro de la memoria es alimentar bien el cerebro y mantenerlo activo con lecturas variadas, crucigramas, sudokus, aprendiendo una nueva habilidad, un instrumento, un idioma... También podemos ayudar a nuestro cerebro con ejercicio físico regular ya que se ha descubierto que existe una relación entre ejercicio y creación de nuevas conexiones neuronales, y ayuda a conservar el lóbulo frontal que es donde más se acusa el envejecimiento y la pérdida de memoria.
Nuestro estilo de vida y la alimentación influyen notablemente en nuestra capcidad cerebral, sobre todo, en los niños. Y en los mayores; estudios ya han demostrado que el consumo de frutas y verduras les protege de la pérdida de memoria.
Aunque el cerebro sólo pesa 1,4 kg, el 2% del peso corporal, consume casi el 20% de la energía que aportamos al cuerpo. Sus alimentos básicos son el oxígeno y la glucosa por eso debemos tener siempre en la sangre una cantidad de glucosa entre 70 y 120 mg por 100 ml de sangre.
Pero no vale cualquier azúcar. El azúcar simple de bollería, refrescos azucarados, dulces, etc., sólo sirve en pequeñas cantidades; de hecho, si tomamos mucho de estos alimentos pueden deshidratar las neuronas (pérdida de agua). El abuso de chucherías entre los niños puede ser la causa de que no se concentren bien en el colegio.
Los mejores azúcares, el mejor combustible para nuestro cerebro, son los que pasan lentamente a la sangre, como los procedentes del pan, patatas, legumbres o pasta. Cereales como la avena, rica en tiamina o vitamibna B1.
Además de oxígeno y glucosa el cerebro necesita grasa. El 60% del cerebro como mínimo es grasa, pero grasa insaturada, en particular omega 6 y omega 3, fundamentales para proteger y formar las células del cerebro.
La grasa más abundante del cerebro es la DHA que contiene el aceite de pescado. También es la grasa más abundante en la leche materna, ya que los bebés necesitan alimentar su cerebro en crecimiento. La DHA parece ser importante, sobre todo porque conecta entre sí a las células cerebrales y se asegura de que las señales se transmitan adecuadamente. El organismo produce algunas DHA de modo natural, pero obtenemos la mayor parte del pescado, huevos y carne. Los complementos que contienen sólo DHA se derivan de pescado o de las algas y se pueden adquirir en tiendas naturistas. Estudios demuestran que las personas que consumen 3 veces por semana pescado azul tienen un menor deterioro intelectual y emocional frente a personas que no lo hacen.
Alimentos aliados. Apúntate a alimentos ricos en vitamina B como leche desnatada, pavo y huevos cuya yema tiene lecitina, vitaminas (A,E,D y B) y minerales.
Las uvas pasas también ayudan a mejorar la memoria ya que sus pepitas contienen un aceite muy bueno para el cerebro. Cereales como la avena, rica en vitamina B1 y proteínas ayudan al sistema nervioso y mejoran la memoria a corto plazo. Frutas y hortalizas ricas en antioxidantes como la zanahoria (betacarotenos) y los arándanos (ricos en vitamina C y potasio) activan las enzimas que protegen las neuronas y mejoran la memoria a largo plazo.
Plantas que favorecen la memoria. Ginkgo biloba es una planta con propiedades vasodilatadoras que mejora la circulación de la sangre cerebral. La Bacopa Monnieri es otra planta que mejora la transmisión nerviosa favoreciendo el aprendizaje, memoria y concentración.
El romero contiene sustancias como diterpenos, taninos, flavonoides y ciertos aceites que favorecen el riego sanguíneo y la alimentación de las neuronas facilitando la concentración y memoria.
Alimentos perjudiciales. Más de 3 tomas al día de café (cafeína), té (teína), chocolate (rico en teobromina), refrescos azucarados, ginseng... Estos productos no nutren ni alimentan el cerebro sino que aumentan su "velocidad de trabajo". Pueden bloquear otros nutrientes como sucede entre los azúcares de las colas y la vitamina B1.
La grasa proveniente de los alimentos de origen animal, como quesos o la proveniente de fritos a gran temperatura puede contribuir al colapso de tus arterias cerebrales. Además la pesadez de la digestión provocada por este tipo de grasas puede interferir en tu rendimiento intelectual durante las horas posteriores a la comida.
Aquí está una lista de los 10 mejores alimentos para cerebro.
Pescado. Es uno de los alimentos más importantes para el cerebro. El pescado tiene colina (trabaja a nivel de la memoria) y ácidos grasos Omega 3, que ayudan a mejorar el coeficiente intelectual. sus proteínas de buena calidad que poseen aminoácidos esenciales así como su contenido en ácidos grasos omega 3 son fundamentales para mantener un buen funcionamiento cerebral.
Nueces. Las nueces también son altas en Omega 3 como el pescado. Las nueces incluyen toda la variedad de oleaginosas. Igualmente las pecanas, almendras, pistachos, cashews (anacardos), pipas, etc., además todas son muy ricas en minerales como hierro (ayuda al cerebro a recibir la correcta cantidad de oxigeno y magnesio).
Cereales integrales. La fibra ayuda a que los alimentos se absorban lentamente y por consiguiente ayuda a que el cerebro reciba la cantidad adecuada de glucosa.
Manzanas. La manzana contiene un antioxidante llamado quercetina el cual ayuda a mejorar la función cerebral, sobre todo la memoria.
Verduras de la familia de las coles. El brócoli, la coliflor, la col y las coles de Bruselas son especialmente saludables para el cerebro. La universidad de Harvard publicó un estudio donde demostró que estas verduras ayudan mucho a la retención de la memoria. Tip: hay que consumirlas al dente (pasadas unos pocos minutos por agua hirviendo) no las dejes horas sancochado ya que pierden sus propiedades.
Espinaca. La espinaca es una maravillosa bomba de acido fólico, indispensable para el cerebro.
Menestra (legumbres). Las menestras son muchas, desde las lentejas, fréjoles, garbanzos, alubias, hasta los guisantes verdes partidos; todas son importantes para la salud del cerebro. Además de la fibra y la proteína, contienen acido fólico (lo mismo que la espinaca) por lo que ayuda a mejorar la memoria.
Cebolla. La cebolla, sobre todo la roja, contiene quercetina (igual que la manzana) y antocianinos, antioxidantes que ayudan a mantener a los niños enfocados en clases y con el cerebro en perfectas condiciones.
Carnes, pescado (sardinas, pescadilla…) y, sobre todo, crustáceos (mejillones, almejas, berberechos…) para conseguir el aporte de hierro que necesita nuestro cuerpo para funcionar correctamente. Además, el experto recuerda que además habrá que combinarlos con otros ricos en vitamina C, pues ésta favorece la absorción del hierro, el cual es indispensable para que el cerebro esté bien oxigenado.
Huevo. El huevo además de ser la “mejor proteína del mundo” contiene colina en la yema, la cual es la base de las células del cerebro; a más colina, más memoria.
Frutos secos: son fuente de vitamina E, selenio y grasas saludables, todos nutrienes con función antioxidante y antiinflamatoria que favorecen la integridad de neuronas en el cerebro así como su actividad.
Té: su riqueza en catequinas que estimulan la memoria así como la presencia de teína que favorece la concentración y estimula la actividad nerviosa son de ayuda para el funcionamiento cerebral.
Fuentes de información
Vitaminas y minerales fácil
Dr. Álvaro Bilbao
Nutriguía, Ana Requejo, Rosa Ortega
Cuadernos de Dietética, P.H. Chapuy
www.hogarhutil.com
www.buenasalud.net
Alimenta las neuronas con alimentos que ayudan a revitalizar la memoria, concentración y el aprendizaje.
A partir de los 30 años perdemos unas 1.000 neuronas al día y por eso el cerebro envejece lentamente y con él la memoria. Ésta no tiene nada que ver con el tamaño del cerebro. Albert Einstein tenía un cerebro de poco más de 1.350 gramos, menos de la media pero lo utilizaba mejor.
El cerebro es como un músculo, cuanto más se ejercita y mejor se alimenta mayor será su capacidad y la de la memoria. La mejor forma de prevenir el deterioro de la memoria es alimentar bien el cerebro y mantenerlo activo con lecturas variadas, crucigramas, sudokus, aprendiendo una nueva habilidad, un instrumento, un idioma... También podemos ayudar a nuestro cerebro con ejercicio físico regular ya que se ha descubierto que existe una relación entre ejercicio y creación de nuevas conexiones neuronales, y ayuda a conservar el lóbulo frontal que es donde más se acusa el envejecimiento y la pérdida de memoria.
Nuestro estilo de vida y la alimentación influyen notablemente en nuestra capcidad cerebral, sobre todo, en los niños. Y en los mayores; estudios ya han demostrado que el consumo de frutas y verduras les protege de la pérdida de memoria.
Aunque el cerebro sólo pesa 1,4 kg, el 2% del peso corporal, consume casi el 20% de la energía que aportamos al cuerpo. Sus alimentos básicos son el oxígeno y la glucosa por eso debemos tener siempre en la sangre una cantidad de glucosa entre 70 y 120 mg por 100 ml de sangre.
Pero no vale cualquier azúcar. El azúcar simple de bollería, refrescos azucarados, dulces, etc., sólo sirve en pequeñas cantidades; de hecho, si tomamos mucho de estos alimentos pueden deshidratar las neuronas (pérdida de agua). El abuso de chucherías entre los niños puede ser la causa de que no se concentren bien en el colegio.
Los mejores azúcares, el mejor combustible para nuestro cerebro, son los que pasan lentamente a la sangre, como los procedentes del pan, patatas, legumbres o pasta. Cereales como la avena, rica en tiamina o vitamibna B1.
Además de oxígeno y glucosa el cerebro necesita grasa. El 60% del cerebro como mínimo es grasa, pero grasa insaturada, en particular omega 6 y omega 3, fundamentales para proteger y formar las células del cerebro.
La grasa más abundante del cerebro es la DHA que contiene el aceite de pescado. También es la grasa más abundante en la leche materna, ya que los bebés necesitan alimentar su cerebro en crecimiento. La DHA parece ser importante, sobre todo porque conecta entre sí a las células cerebrales y se asegura de que las señales se transmitan adecuadamente. El organismo produce algunas DHA de modo natural, pero obtenemos la mayor parte del pescado, huevos y carne. Los complementos que contienen sólo DHA se derivan de pescado o de las algas y se pueden adquirir en tiendas naturistas. Estudios demuestran que las personas que consumen 3 veces por semana pescado azul tienen un menor deterioro intelectual y emocional frente a personas que no lo hacen.
Alimentos aliados. Apúntate a alimentos ricos en vitamina B como leche desnatada, pavo y huevos cuya yema tiene lecitina, vitaminas (A,E,D y B) y minerales.
Las uvas pasas también ayudan a mejorar la memoria ya que sus pepitas contienen un aceite muy bueno para el cerebro. Cereales como la avena, rica en vitamina B1 y proteínas ayudan al sistema nervioso y mejoran la memoria a corto plazo. Frutas y hortalizas ricas en antioxidantes como la zanahoria (betacarotenos) y los arándanos (ricos en vitamina C y potasio) activan las enzimas que protegen las neuronas y mejoran la memoria a largo plazo.
Plantas que favorecen la memoria. Ginkgo biloba es una planta con propiedades vasodilatadoras que mejora la circulación de la sangre cerebral. La Bacopa Monnieri es otra planta que mejora la transmisión nerviosa favoreciendo el aprendizaje, memoria y concentración.
El romero contiene sustancias como diterpenos, taninos, flavonoides y ciertos aceites que favorecen el riego sanguíneo y la alimentación de las neuronas facilitando la concentración y memoria.
Alimentos perjudiciales. Más de 3 tomas al día de café (cafeína), té (teína), chocolate (rico en teobromina), refrescos azucarados, ginseng... Estos productos no nutren ni alimentan el cerebro sino que aumentan su "velocidad de trabajo". Pueden bloquear otros nutrientes como sucede entre los azúcares de las colas y la vitamina B1.
La grasa proveniente de los alimentos de origen animal, como quesos o la proveniente de fritos a gran temperatura puede contribuir al colapso de tus arterias cerebrales. Además la pesadez de la digestión provocada por este tipo de grasas puede interferir en tu rendimiento intelectual durante las horas posteriores a la comida.
Aquí está una lista de los 10 mejores alimentos para cerebro.
Pescado. Es uno de los alimentos más importantes para el cerebro. El pescado tiene colina (trabaja a nivel de la memoria) y ácidos grasos Omega 3, que ayudan a mejorar el coeficiente intelectual. sus proteínas de buena calidad que poseen aminoácidos esenciales así como su contenido en ácidos grasos omega 3 son fundamentales para mantener un buen funcionamiento cerebral.
Nueces. Las nueces también son altas en Omega 3 como el pescado. Las nueces incluyen toda la variedad de oleaginosas. Igualmente las pecanas, almendras, pistachos, cashews (anacardos), pipas, etc., además todas son muy ricas en minerales como hierro (ayuda al cerebro a recibir la correcta cantidad de oxigeno y magnesio).
Cereales integrales. La fibra ayuda a que los alimentos se absorban lentamente y por consiguiente ayuda a que el cerebro reciba la cantidad adecuada de glucosa.
Manzanas. La manzana contiene un antioxidante llamado quercetina el cual ayuda a mejorar la función cerebral, sobre todo la memoria.
Verduras de la familia de las coles. El brócoli, la coliflor, la col y las coles de Bruselas son especialmente saludables para el cerebro. La universidad de Harvard publicó un estudio donde demostró que estas verduras ayudan mucho a la retención de la memoria. Tip: hay que consumirlas al dente (pasadas unos pocos minutos por agua hirviendo) no las dejes horas sancochado ya que pierden sus propiedades.
Espinaca. La espinaca es una maravillosa bomba de acido fólico, indispensable para el cerebro.
Menestra (legumbres). Las menestras son muchas, desde las lentejas, fréjoles, garbanzos, alubias, hasta los guisantes verdes partidos; todas son importantes para la salud del cerebro. Además de la fibra y la proteína, contienen acido fólico (lo mismo que la espinaca) por lo que ayuda a mejorar la memoria.
Cebolla. La cebolla, sobre todo la roja, contiene quercetina (igual que la manzana) y antocianinos, antioxidantes que ayudan a mantener a los niños enfocados en clases y con el cerebro en perfectas condiciones.
Carnes, pescado (sardinas, pescadilla…) y, sobre todo, crustáceos (mejillones, almejas, berberechos…) para conseguir el aporte de hierro que necesita nuestro cuerpo para funcionar correctamente. Además, el experto recuerda que además habrá que combinarlos con otros ricos en vitamina C, pues ésta favorece la absorción del hierro, el cual es indispensable para que el cerebro esté bien oxigenado.
Huevo. El huevo además de ser la “mejor proteína del mundo” contiene colina en la yema, la cual es la base de las células del cerebro; a más colina, más memoria.
Frutos secos: son fuente de vitamina E, selenio y grasas saludables, todos nutrienes con función antioxidante y antiinflamatoria que favorecen la integridad de neuronas en el cerebro así como su actividad.
Té: su riqueza en catequinas que estimulan la memoria así como la presencia de teína que favorece la concentración y estimula la actividad nerviosa son de ayuda para el funcionamiento cerebral.
Fuentes de información
Vitaminas y minerales fácil
Dr. Álvaro Bilbao
Nutriguía, Ana Requejo, Rosa Ortega
Cuadernos de Dietética, P.H. Chapuy
www.hogarhutil.com
www.buenasalud.net